Causas de la deshidratación cutánea
Al hablar de hidratación cutánea se suele hacer referencia fundamentalmente a la cantidad de agua presente en la epidermis. En condiciones ideales el contenido de agua en la epidermis debe ser de un 10-20%.
La hidratación de la piel depende de varios factores que detallo a continuación.
Barrera lipídica
Para que esta barrera cumpla con su función de forma óptima, debe ser continua, completa, selectiva en permeabilidad y tener una estructura específica (fase acuosa y fase lipídica) constituida por lípidos. La barrera lipídica que se encuentra rodeando los corneocitos está constituida por:
- Ceramidas (50%).
- Ácidos grasos libres (10-20%).
- Colesterol (15%).
- Ésteres de colesterol (10%).
- Escualeno (10%).
- Fosfolípidos (5%).
Factor natural de hidratación
El factor natural de hidratación (NMF, natural moisturizing factor) está constituido en mayor proporción por aminoácidos libres (40%), amoníaco, ácido úrico y otros ácidos orgánicos, ácido pirrolín carboxílico, (Na, K, Ca, Mg (12%), urea, lactatos, citratos y fosfatos .Los de estos componentes son empleados en diversos productos humectantes y emolientes con buenos resultados en el tratamiento de afecciones como la dermatitis atópica.
Otros factores
Hay otros factores importantes para mantener la homeostasis del estrato córneo. Se han identificado enzimas involucradas en el proceso de descamación por degradación de los corneocitos, como la SCCE(stratum corneum chrymotryptic enzyme), ubicada en la placa corneodesmosomal con una actividad óptima a
pH 7-8; la catepsina E, ubicada entre los corneocitos y la catepsina D en el espacio intercelular. El pH es otro factor que se correlaciona con el contenido en agua, las enzimas y la humedad, ya que regula la cohesividad del estrato córneo y la permeabilidad e integridad de la barrera epidérmica.
Piel deshidratada
Cambios cualitativos y/o cuantitativos en los anteriores componentes pueden llevar a un estado de deshidratación. La piel deshidratada se muestra apagada, rugosa, tirante y falta de flexibilidad. Puede también producir sensación de tirantez y presentar escamas diseminadas por toda su superficie y arrugas finas (estrías de deshidratación), apareciendo a menudo, picor y escozor. La manifestación de esta deshidratación cutánea se denomina xerosis.
Cito a continuación algunos factores implicados en la deshidratación cutánea:
Factores endógenos
En este conjunto de factores cabe señalar:
- Herencia: dermatitis atópica, ictiosis, etc.
- Enfermedades: psoriasis, diabetes, insuficiencia renal, hipotiroidismo, etc.
- Eliminación anormal de agua: quemaduras, vómitos, etc.
- Medicamentos: diuréticos, isotretinoína, laxantes, corticoides, etc.
- Edad avanzada.
Factores exógenos
En este apartado podemos destacar:
- Agresiones climáticas y domésticas: calor, sequedad, calefacción, viento, aire acondicionado, sol, contaminación.
- Agresiones químicas: detergentes, disolventes, productos alcalinos (jabones, depilatorios), cosméticos inadecuados, higiene excesiva, etc.
Sustancias hidratantes
Las preparaciones cosméticas más comúnmente utilizadas en hidratación cutánea son emulsiones de fase externa acuosa, por sus mejores características sensoriales y porque liberan agua hacia el estrato córneo. Aunque en menor grado, y con preferencia en pieles muy secas, también se utilizan preparados de fase externa oleosa, ya que forman una película oclusiva que retrasa la pérdida de agua transepidérmica.
Las sustancias activas mayoritariamente utilizadas en hidratación de la piel las podemos englobar en los siguientes grupos según su mecanismo de actuación:
- Sustancias humectantes.
- Sustancias oclusivas y filmógenas.
- Emolientes.
Sustancias humectantes
Se trata de sustancias higroscópicas que poseen la propiedad de absorber agua del ambiente. Se añaden principios activos humectantes en las cremas, en especial las del tipo O/W, que tienden a perder agua por evaporación, para disminuir la desecación por exposición al aire de la película de crema que permanece en la piel tras la aplicación, pues el humectante actúa como un emoliente ayudando a conservar el grado de humedad originada por la transpiración. Se contrarrestan de este modo los efectos adversos de ciertas condiciones ambientales, como viento, frío, sol…
Un buen humectante debe tener el grado de higroscopicidad suficiente para absorber humedad de la atmósfera y retenerla ante posibles fluctuaciones de humedad de ésta.
Los humectantes se pueden clasificar en tres grupos:
- Inorgánicos.
- Metalo-orgánicos.
- Orgánicos.
Los más utilizados en preparados hidratantes son los orgánicos, entre los que destacan las siguientes sustancias: glicoles como el propilenglicol, glicerina, sorbitol en solución o polietilenglicoles de bajo peso molecular en concentraciones así como glicoles polioxietilenados y azúcares polioxietilenados entre los que destaca la acetamida MEA.
Un buen humectante debe tener el grado de higroscopicidad suficiente para absorber humedad de la atmósfera y retenerla ante posibles fluctuaciones de humedad de ésta.
Otras sustancias captadoras de agua que merece la pena destacar son:
- Urea. Muy hidratante. Su presencia anula los puentes de hidrógeno que cohesionan las queratinas, efecto que facilita la penetración de otros componentes de los preparados. Se debe formular en medio ácido pero a su vez evitar una acidez excesiva, ya que entonces produce escozor. Cuando se aplica en dosis altas tiene efecto queratolítico.
- Alfahidroxiácidos. Son hidratantes además de regeneradores. Destacamos entre ellos el ácido glicólico y el ácido láctico.
- MF. Se ha identificado con varias moléculas relacionadas con la hidratación.Tal y como se ha descrito anteriormente, su composición contiene, entre otras sustancias, ácido pirrolín carboxílico (PCA) y urea. La sal sódica del PCA en solución acuosa al 50% es muy hidratante. En la actualidad también se utilizan otras sales como el estearil PCA, el lauril PCA, la arginina PCA, etc.
- Pantenol, alcohol-d-pantotenílico o vitamina b5.
- Macromoléculas. Son polímeros hidratantes por su elevado contenido en grupos hidrofílicos. Además, debido a su elevado peso molecular, estas moléculas no penetran en el estrato córneo, pero son sustancias filmógenas por su capacidad de formar una película higroscópica y semipermeable. Entre ellas cabe destacar el ácido hialurónico (un mucopolisacárido ácido que forma parte de la sustancia fundamental de la dermis y presenta propiedades hidratantes y los hidrolizados de colágeno, elastina y glucoaminoglicanos (actúan como higroscópicos, además de cubrir las rugosidades del estrato córneo; se utilizan a dosis del 2-5%).
Sustancias oclusivas y filmógenas
Son sustancias de naturaleza grasa que, aplicadas sobre la piel, impiden la pérdida de agua por vía transcutánea, desarrollando una eficaz función barrera. Estas sustancias, además de tener efecto oclusivo, poseen acción emoliente.
Dentro de este grupo podemos destacar las siguientes sustancias: hidrocarburos (vaselina filante, vaselina líquida, ceras, etc.), siliconas, lanolina y ceramidas.
La mayoría de estos ingredientes tradicionalmente se han considerado como excipientes en formulaciones dermatológicas, por lo que cabe destacar que muchos vehículos pueden aportar propiedades hidratantes importantes.
En función del tipo de piel y de la edad es importante seleccionar el tipo de sustancia o combinación de éstas con el fin de utilizar el mejor tratamiento en cada caso.
Emolientes
Hay otros componentes hidrófobos con efecto emoliente, pero sin efecto oclusivo, que se conocen con el nombre de aceites. Su misión es reblandecer el tejido cutáneo al tiempo que favorecen la retención de agua en el estrato córneo y por ello se consideran hidratantes.
Desde el punto de vista tecnológico, presentan el inconveniente de ser fácilmente oxidables y necesitar la presencia de antioxidantes.
Los más importantes son:
- vitamina F. Es un aceite rico en los ácidos grasos poliinsaturados linoleico, linolénico y araquidónico. Estos ácidos mantienen la integridad del estrato córneo al formar parte de las ceramidas, por tanto, su carencia produce alteraciones en la queratinización. Entre los aceites naturales ricos en vitamina F se encuentran los de girasol, soja, germen de trigo, maíz y onagra.
- Aceite de rosa mosqueta. Se obtiene de las semillas de Rosa rubiginosa. Es rico en vitamina F . Además de hidratante también es regenerador cutáneo y un estupendo cicatrizante.
- Aceite de borraja. Se obtiene de las semillas de Borrago officinalis. Es rico en ácido gamma linolénico, ácido graso que interviene en la formación de ceramidas.
- Liposomas. Son estructuras vesiculares formadas por una o más bicapas de fosfolípidos que encierran el mismo número de compartimentos acuosos. La importancia de ellos es que, aunque no contengan ningún fármaco, imitan a los lípidos cementantes (compuestos de ceramidas) rellenando los intersticios del estrato córneo y ejerciendo acción hidratante.